La escalada es una forma de transmisión de violencia, junto con la derivación a terceros, que más consecuencias trágicas tiene. Para que se de la escalada hay que tomarse las cosas que suceden como algo personal o como un valor superior en la jerarquía de valores.
La escalada funciona porque estamos habituados y confiamos en someter al otro. Si no confiáramos en que la violencia nos diera los resultados que tanto deseamos no la usaríamos.
A veces la violencia somete a corto a plazo y luego brota desde dentro del que ha tragado en forma de enfermedad o de violencia hacia otros.
Cuando la violencia somete a largo a plazo la normalizamos, nos resignamos y caemos en tristeza profunda.
Si la escalada en vez de conseguir someter, retroalimenta un proceso aún mayor de escalada, acabamos perdiendo todos.
Esto es un proceso fractal, es decir lo vivimos en varios ámbitos a la vez… El hijo o la hija que no se somete y escupe, el jefe o jefa que nos tiene fritos, el empleado que sabotea a escondidas el trabajo de todos…
La alternativa a la violencia no se inicia desde el amor o la compasión, eso es el resultado final. La alternativa a la violencia se genera desde la empatía. Y Empatía no es Simpatía. Empatía es comprender las necesidades del otro aunque no compartas las estrategias.
Yo siento una profunda comprensión por la madre que pega a sus hijos, escucho que esta desquiciada, desbordada, sola y que necesita apoyo, tribu, cooperación, consuelo, recursos emocionales… y desde ese profunda comprensión de sus necesidades no comparto para nada la torta como estrategia.
Y no sirve de nada juzgarla, ni decirle no pegues, ni eso está mal.
Lo que sirve es entender su necesidad y su sentimiento y ayudar a que encuentre otros recursos para conseguir ese apoyo, esa cooperación y esa tribu en la que descansar y compartir la carga.
Veo al docente que pone castigos generalizados y que suelta un insulto a veces sólo por dentro y a veces lo verbaliza, entiendo profundamente su necesidad de orden, de colaboración, de estructura, de sistema educativo…. y al mismo tiempo no comparto para nada la estrategia … ¿Y sirve juzgar y decir algo como «que bruto»?
En mi experiencia no… sólo inicia una espiral de malestar y dolor que aleja y enroca la sensación de soledad del docente.
El proceso de violencia evoluciona a un punto medio que es la comprensión primero empática (que no simpática) para luego pasar a un dolor menos agrio y más dulce que puede llevar a la compasión y la tolerancia al diferente.
El amor es la última etapa…. y me acepto cuando estoy en cada etapa, tanto si estoy en rebeldía, en empatía o en compasión. Y al menos el amor por mi misma se inicia y se abren las orejas de escuchar y la expresión honesta sin herir.
¿Qué puedo hacer ante una escalada? Aceptar que cada un@ estamos en la etapa que estamos.
¿qué hago yo ? Aquí van mis estrategias por si os ayudan.
En REBELDÍA pedir respeto con tres consignas, NO SE PEGA, NO SE INSULTA, NO ME IGNORES.
En EMPATIA pedir ESCUCHA, CONSIDERACIÓN, TIEMPO para digerir el mensaje
En COMPASIÓN: Recordar mis necesidades y expresarlas con honestidad
Por eso practico la Comunicación No Violenta
¿Qué tal si ante un conflicto que vivimos en escalada, lo practicamos?.
Y si quieres hacer algo más activo por la paz, y estás en rebeldía recuerda que puedes pedir a los que sientes de tu «lado» las consignas de no violencia:
No se pega
No se insulta
No se ignora
y confiar que otra persona en el otro «bando» lo hará para ti con los «suyos».
Rocío Gómez Sanabria