El punto ciego

¿Qué es aquello que no podemos percibir por nosotras mismas?

Creemos tener puntos de vistas completos, con la información adecuada y de repente, ¡puf! ¡Algo sucede y nos mueve!

Una amistad que dábamos por cierta, un alejamiento de alguien, una reacción en nuestro trabajo inesperada, un enfado de alguien.

No somos tan conscientes como pensamos del impacto de nuestras acciones, ni mucho menos de las acciones de los demás.

Ese punto ciego se divide en dos categorías, aquello que yo no veo de mí, y otras personas sí. Y aquello que ni yo ni los demás vemos de nosotras mismas.

Tenemos miedo a recibir feedback, a que nos digan cosas que duelen a nuestra imagen creada para ser heroínas de la historia que nos contamos.

Si alguien te muestra una incomodidad contigo, vívela como un regalo, porque el precio de silenciar malestar es la relación.
Entonces ¿qué condiciones necesitamos para que recibir información de nuestros puntos ciegos?

Seguridad emocional.

Esa es la clave. Para conseguir eso hay que tener un proceso de madurez que incluye:

• La capacidad de diferenciar datos, de opiniones o interpretaciones.
• La capacidad de vivir el aprender con curiosidad y aventura, frente a vivir el error con culpa incapacitante.
• La capacidad de trascender el sentido de importancia personal y poder salir de corsés de imagen publica, Cultivar el Ser frente al hacer.
• La capacidad de leer los contextos donde la información será utilizada para dominar, manipular o doblegar a otros.
• La capacidad de crear contextos donde no sea necesaria la autoprotección frente al error. Ser parte de la solución y no del sometimiento.

Es decir, hay una parte que sí depende de nuestra voluntad de mirarnos, y otra parte que depende del nivel de violencias normalizadas y que nos impide crecer como personas y como comunidad.

Los sistemas donde habitamos, la familia, el trabajo, las amistades, los conocidos, también tienen puntos ciegos.

Te propongo este ejercicio muy conocido y que te va a dar mucho conocimiento de ti misma y de la calidad de tus relaciones.

Pregunta a 5 personas con las que sientas suficiente seguridad afectiva

¿En qué soy demasiado……. ? y deja que pongan un adjetivo.

Si te sientes más segura para mirar puedes pedir más con estas preguntas.

¿Qué crees que me ayudaría a mejorar en la vida?

¿Hay algo que yo no sé, y hago que me complica la vida?

Porque pensar es más que tener pensamientos, y la reflexión se basa en datos que podemos usar para una vida mejor.

Espero que te ayude, te mando un cariñoso saludo y gracias por leerme.