¡Qué importante ser escuchada!
¡Cuánta dificultad hay en escuchar!
Escuchar es un acto de humildad, es un olvido del ser, para ser en otra persona.
Escuchar se hace con el corazón, se acoge, se abraza, se envuelve.
¡Cuánta necesidad de ser profundamente comprendidas!
¡Qué difícil se nos pone, porque entramos en una escucha paralela!
Cosas que nos pueden suceder al escuchar con interés:
• Entramos en angustia, nos llevamos lo que la persona nos comparte.
• Nos ponemos en su lugar, pero desde nuestro lugar. Es decir, nos imaginamos a nosotras mismas en esa situación y ofrecemos las soluciones que elegiríamos.
• Entramos en reacción porque al escuchar nos toca una historia de nuestra vida y la emoción nos embarga y compartimos nuestra experiencia, o nos la callamos. Pero ya no hay escucha ni presencia para la otra persona.
Escuchar es difícil y fácil al mismo tiempo. Es ponerse orejas afuera, y si entramos en nuestra historia, ponerla en pausa y volver a la escucha.
Escuchaba el otro día a una madre con una preocupación legítima muy grande, con pocos recursos para resolver algo que la abrumaba.
Escuché sin tener prisa por resolver, escuché y compartí su sentir . Y ahí se produce la magia. Ahora ella ya podía escuchar, aparecieron las opciones. Se pudo poner en el lugar de las otras personas y enfocó las posibles soluciones.
La violencia es un ciclo que se rompe con escucha, que es un verbo de presencia no de acción.
Hoy martes de 12:00 a 13:00h de Madrid, Ainhoa Reyes y yo daremos una clase 4 claves de escucha profesional.
El enlace para registrarse y asistir en directo aquí.
La grabaremos y enviaremos.
Ainhoa escucha extraordinariamente bien, es una de las personas que mejor escuchan que conozco. Y lo que hace es reparador. Es regeneración en la esperanza en la humanidad.
No te la pierdas en directo o en diferido lo que nos lo va a contar con sólida metodología y un corazón muy grande.
Como siempre un abrazo por estar ahí. Leer es una forma preciosa de escuchar.
Debajo te dejamos las próximas actividades de la Escuela.
Nos vemos pronto!
Rocío G. Sanabria